En pleno invierno los hábitos cambian. Nos hacemos más caseros y los planes de fin de semana nos incitan a la montaña, al resguardo de una casa rural con chimenea o a explorar la gastronomía invernal, véase los platos de cuchara. ¡Oh los platos de cuchara! El sanctasanctórum de los recetarios de invierno, pura delicadeza para el paladar salida directamente de las ollas de las abuelas. Despensa y tradición servidas en la mesa. ¿Te gustan? ¡Pues sigue leyendo!
BlaBlaCar te trae una selección de 5 platos de cuchara ideales para calentar el cuerpo
Cocido Madrileño
Como su propio nombre indica, este plato de cuchara es originario de Madrid y alrededores. Considerado el buque insignia de la gastronomía madrileña, se puede tomar en cualquier época del año pero es en invierno cuando el ritual del cocido alcanza su mayor significado. Tradicionalmente se sirve en tres vuelcos: caldo con fideos, verduras (coles, nabos, garbanzos, zanahoria) y carnes (morcillo, cerdo, gallina). En Madrid se pueden encontrar auténticos templos como Lhardy, Malacatín o El Charolés. Sin embargo son en las casas donde se produce la auténtica magia y las recetas pasan de generación en generación para hacer inmortal a este suculento plato.
Berzas
Este contundente plato de cuchara supone una demostración a quienes consideran que la cocina andaluza es cosa ligera incapaz de saciar el apetito de los más glotones. Tiene su origen en algún punto entre Cádiz y Málaga, en alguna época en la que aún se hacían matanzas en familia y se aprovechaban hasta los andares del cerdo. Se sirve un caldo denso acompañado de judías verdes y garbanzos, zanahorias, calabaza y acelgas. El atracón viene después con las mejores piezas de la pringá o "avíos": chorizo, morcilla, tocino, morcillo y gallina. Asimismo este plato tiene varias versiones, por ejemplo en Cádiz las comen con tagarninas y judías blancas y en Málaga se le añade la hierbabuena para darle un matiz moruno.
Escudella
Esta es la receta de uno de los platos de cuchara más apreciados en Cataluña y parte del Levante, y tiene su origen en la gastronomía occitana de los siglos XV y XVI. La versión (o mejor dicho, las versiones) que han llegado hasta nuestros días es una evolución de aquellos primitivos pucheros. El plato normalmente se sirve en dos tandas: la primera, llamada "la escudella", es la sopa propiamente dicha acompañada de pasta (fideos, galets…) y la segunda, llamada carn d’olla (la pilota o albondigón, las verduras del hervido y demás carnes y legumbres). Asimismo, existe una versión de Navidad que se sirve como primer plato.
Cocido Maragato
Originario de la Maragatería (comarca leonesa), este cocido a base de carnes de cerdo (tocino, chorizo, lacón, morcilla, manitas…), gallina, verduras y legumbres es perfecto para los duros días del invierno leonés. En el pasado, los maragatos recorrían España como arrieros llevando una "fiambrera" de madera con carne cocida de cerdo. Al llegar a las posadas, lo primero que comían era esa carne (fría); después, para entrar en calor, pedían el caldo y las verduras. Por eso se dice que este cocido se come "al revés", es decir, empezando por la carne y acabando por el caldo.
Caldo Gallego
Algunas familias gallegas cuentan que en sus casas había caldo cuatro veces a la semana y que los tres días restantes se comían las patatas hervidas y los restos de la carne. Así pues, resulta evidente que esta receta era, además de un plato de subsistencia, tan heterogénea y diversa como las despensas de cada familia. En este sentido, resulta difícil hacer una receta única de este suculento plato de cuchara. Sin embargo, hay ciertos ingredientes que no pueden faltar: grelos, repollo y patatas; y las carnes: chorizo, compango y lacón… Los más conservadores aseguran que para degustar este plato debe hacerse en las denominadas cuncas o tazones de barro.
¿Ganas de probarlos? ¡Pues no te lo pienses más, aprovecha este fin de semana para descubrir la maravillosa gastronomía popular de invierno y corre a probarlos allí donde son originarios!
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