En nuestro país aproximadamente el 80% de la población vive en una ciudad, lo que hace de la española una sociedad mayoritariamente urbana. Asimismo las ciudades son el resultado de la suma de los barrios que las forman y, en este sentido, cada barrio tiene sus particularidades.
En BlaBlaCar somos conscientes de que hay barrios con una belleza genuina, otros que son auténticos crisoles de culturas y procedencias y otros en los que la mezcla entre tradición y vanguardia los hacen especiales. Desde aquí os queremos recomendar cinco barrios alternativos y originales de cinco ciudades españolas: Russafa en Valencia, Pedregalejo en Málaga, Lavapiés en Madrid, Gracia en Barcelona y Bilbao la Vieja, en Bilbao. En definitiva, oasis urbanos en los que la vida se enfoca desde un prisma de contrastes.
Queremos que te sumerjas en estos cinco microcosmos tan distintos entre sí como atractivos y magnéticos. Queremos llevarte allí donde las plazas huelen a curry y gardenias, donde las abuelas del barrio hacen cola en los mercados junto a las amas de casa senegalesas y donde nace una galería de arte a cada paso, entre locutorios y carnicerías halal.
Cinco barrios para ver, degustar, oír y, en definitiva, sentir de una manera diferente.
Barrio de Russafa (Valencia)
Este barrio perteneciente al distrito del Ensanche fue un municipio independiente de Valencia hasta finales del siglo XIX, lo cual puede explicar parte de sus particularidades respecto al resto de la ciudad. Como ocurre con otros barrios similares de otras ciudades, durante la segunda mitad del siglo XX fue un barrio olvidado, marginal y en ocasiones peligroso. Sin embargo de un tiempo a esta parte ha pasado a ser el núcleo de la Valencia más canalla, cultureta y nocturna.
Pasear por Russafa es hacerlo por un barrio popular y centenario, con sus plazas, mercados y su patrimonio histórico como la Parroquia de San Valero o el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Pero Russafa es también un barrio lleno de vida abarrotados de terrazas, de galerías de arte, restaurantes y bares de copas.
Si estos días vas por Valencia no dudes en acercarte por Russafa. Disfruta de la fusión entre lo viejo y lo nuevo, entre lo tradicional y la vanguardia. Sin duda alguna, Russafa tiene mucho que ofrecer.
Barrio el Pedregalejo (Málaga)
En la zona este de la capital se encuentra este barrio tan malagueño y a la vez tan cosmopolita. En primera línea de playa, pero alejado de las avalanchas de turistas de la Costa del Sol, este barrio rebosa vida tanto en verano como en invierno.
Fue en sus orígenes un barrio humilde de pescadores, sin embargo durante el siglo XX la burguesía malagueña instaló allí sus casas de veraneo, lo cual dotó al barrio de un curioso urbanismo: casitas de pescadores en primera línea y grandes villas en la zona alta. Hoy es un destino de turismo de idiomas y residencial, por lo que los extranjeros que verás en Pedregalejo no están de paso sino que forman parte del barrio. Es esta amalgama de orígenes la que ha dotado al barrio de su carácter “popularmente cosmopolita”.
Si vas a Pedregalejo no debes pasar por alto sus famosos chiringuitos donde el espeto es el protagonista. Ver trabajar a los artesanos carpinteros tallando las barcas en la orilla del mar mientras te tomas un mojito en una terraza escuchando jazz al atardecer es toda una experiencia.
Barrio de Lavapiés (Madrid)
Mientras que la gentrificación ha llegado a algunos barrios de la capital haciendo de ellos lugares irrespirables donde proliferan sin control tiendas de cupcakes, de bares con gintonics imposibles (tanto por precio como por florituras) y alquileres desorbitados, Lavapiés resiste a ella cual poblado galo asediado por los Romanos.
En pleno centro de Madrid se encuentra el popular barrio de Lavapiés donde señoras de toda la vida comparten corrala y patio con sus nuevos vecinos de Senegal o Bangladesh. La convivencia no siempre es fácil en esta situación pero los años de integración han hecho que a día de hoy los problemas sean casi anecdóticos.
En Lavapiés lo mismo te comes un cocido que un pollo tandori; lo mismo te sientas en un parque junto a cuatro gitanos cantando por bulerías que te cruzas con una batucada un domingo por la mañana. En definitiva, Lavapiés es una pequeña ciudad del mundo donde los prejuicios deben dejarse a la salida de la boca del metro, antes de echar a andar por la Calle Argumosa.
Barrio de Gracia (Barcelona)
Este céntrico barrio barcelonés, entre la Diagonal y el Parque Güel, tiene alma de pueblo -de hecho fue un municipio hasta finales del siglo XIX - y, al mismo tiempo, de gran capital. Es uno de los barrios más conocidos de Barcelona y en él se puede apreciar la forma de vida de siglos pasados a la vez que se evidencia en cada adoquín el paso del tiempo y la llegada de la modernidad.
Atestado de boutiques de jóvenes diseñadores, de bares y restaurantes, de anticuarios y galerías, este barrio no responde a ningún prototipo urbanístico predeterminado. Es el vivo reflejo de una ciudad conectada con el mundo pero celosa de sus tradiciones y que nunca ha dejado de estar viva.
Si vas a Barcelona y te paseas por Gracia podrás admirar algunas joyas del modernismo como el Campanar de Gracia, las casas Fuster, Vicens o Ramos o el Mercado de la Libertad. Pero sobre todo, si te pasas por Gracia durante la segunda quincena de agosto vivirás las Fiestas del barrio, todo un acontecimiento en Barcelona donde podrás empaparte del carácter de este barrio tan popular.
Barrio de Bilbao La Vieja (Bilbao)
Eneste barrio, situado entre Abando, Casco Viejo y Mirabilla se encuentra en pleno proceso de gentrificación y aún puede disfrutarse como barrio auténtico y con alma. No hemos visto aún demasiadas pastelerías de cupcakes por sus alrededores pero sí bastantes galerías y tiendas interesantes conviviendo armoniosamente entre locutorios y peluquerías latinas.
Considerado como el barrio más antiguo de la ciudad ha sido siempre un rincón marginal y outcaster que los bilbaínos de bien han decidido, por norma, evitar. Mujeres de vida alegre durante los años veinte, inmigrantes durante los años grises de la minería y la industria o los yonkis y buscavidas de los ochenta fueron, hasta hoy, sus habitantes más ilustres. Pero eso está cambiando.
Pasear hoy por Bilbao la Vieja o La Palanca, como es conocido popularmente, es hacerlo por un barrio en plena transformación y efervescencia cultural. Sitio de moda o lugar de paso, sea como sea este barrio tiene todos los ingredientes para resultar atractivo al viajero que huye de las guías turísticas. No dejes de asomarte por este barrio, de pasear por sus estrechas callecitas, admirar los balcones de los edificios recuperados o tomarte algo en alguna de sus plazas.
¿Te han gustado estos destinos urbanos? ¿A qué estás esperando?, reserva tu plaza en BlaBlaCar y ve a disfrutar de estos paraísos de ciudad donde la diversidad, la creatividad y los contrastes son el alma del barrio.
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