Hoy contamos la historia de Nacho, un usario que usaba BlaBlaCar el año pasado para ir a ver a su padre, enfermo de cáncer terminal. Nos ha querido agradecer nuestra ayuda para poder estar cerca de él.
Hablamos con él
Hola, Nacho, ¿nos puedes contar tu historia?
Hola, soy originario de Santander. La vida me llevó a vivir a Madrid desde 2002, donde fui extraordinariamente acogido.
En junio del 2014, mi padre, Constantino Rugama, al que visitaba bimestralmente desgraciadamente hasta entonces, se le detectó un cáncer terminal. Por circunstancias de la vida, disponía de tiempo, pues gracias a Dios estaba en el paro por un ERE. De inmediato lo dejé todo para estar a su lado, el reloj corría, nos habían dicho que solo tenía 6 meses de vida. Gracias a BlaBlaCar, pude financiar los innumerables viajes que mi corazón me impulsaba a realizar. Era su tiempo, nuestro tiempo juntos y se iba a acabar…
Las obligaciones de Madrid del día a día y el corazón que lo tenía en Santander me impulsaban a coger el coche con tanta frecuencia. Aún recuerdo un viernes de noviembre por teléfono me dijo “hijo, ven a verme”… Tantas veces me decía, “hijo, no lleves a gente desconocida en tu coche, algún día puede pasarte algo”, sin saber él que, además del aporte económico que suponía, ir en compañía era un alivio a mi mente, alivio que en los viajes que tuve que realizar de urgencia en solitario no encontré y llenaban mis ojos de lágrimas cientos de kilómetros pensando en él, en su final, en el tic tac del reloj.
Por fortuna fueron muchos mis compañeros de viaje, Ana, Antonio, Marta, Adrián, el pícaro Bryan y tantos más. A todos daros las gracias por haber aportado que pudiera estar más cerca de mi padre. Él me dejó el día 18 de enero. Va por ti, te quiero.
Muchas gracias Nacho por tu tremenda historia.
¿Y tú? ¿Tienes una historia que contarnos? ¡Estamos deseando oírla! Escríbenos a [email protected]
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