Dos días en El Rocío
Día 1
De buena mañana, localizado el alojamiento y descargado el equipaje os dirigís al centro de visitantes El Acebuche. Desde allí salen las visitas guiadas en todoterreno a Doñana. El precio es de 30€ por persona y es imprescindible reservar.
Una vez finalizada la excursión cogéis el coche en dirección a Almonte, a 15 minutos de El Rocío, sin más pretexto que el de ir a comer a uno de los restaurantes más peculiares de la provincia: El Tamborilero. Lo peculiar de este mesón no es su comida, que es casera y espectacular, sino que cuando pidas el menú te encontrarás de repente en la cocina con Rosendo, el dueño, recitándote y mostrándote los platos cocinados para el día. Tras una inmejorable comida autóctona te recomendamos un paseo por las calles del pueblo.
De vuelta a media tarde, será el mejor momento para pasear por las calles de albero y fachadas blancas que caracterizan este lugar y contemplar a los lugareños paseando a caballo: la estampa típica del enclave.
Para cenar el restaurante Toruño es una magnífica elección, tanto por su cocina como por su situación: a los pies de El abuelo, el acebuche milenario, el ser vivo más viejo de Doñana y con unas maravillosas vistas a las marismas.
Día 2
A la mañana siguiente un paseo por la playa de la cuesta Maneli recargará vuestras pilas para visitar al mediodía el santuario de Nuestra Señora de El Rocío. Si sois gente con suerte, es posible que os encontréis algún coro rociero: y eso sí que es arte.
El punto y final lo pone la comida en la terraza del restaurante Aires de Doñana. Los ojos al horizonte, última panorámica a este encantador lugar y una pregunta “¿Para cuándo la próxima?”.
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